Lecturas
Poesía en los bares
A comienzos de este siglo, la Municipalidad de Rosario aglutinó los ciclos de lecturas en uno que se denominó Poesía en los bares. Mucho empuje en sus primeros años, con mucha asistencia de público, con lecturas en varios días de la semana y en todas las semanas. Luego fue perdiendo fuerza y fragmentándose, hasta desaparecer. Aquí, los afiches de los años 2000, 2001 y 2003.
Ciclo de lecturas guionadas en el Berlín
En el 2000, realizamos en el bar Berlín un ciclo de lecturas, tratando de darle otra forma a la típica de presentar un autor y que este leyera sus textos. Es así que hicimos todo un ciclo de lecturas guionadas. Por ejemplo: El primer "Demasiada Sangre" se trataba de cuatro peligrosos delincuentes que, escapando de la policía, se refugiaban en el bar y nos contaban sus más truculentas historias. En el 2do, atrapados, pasaban a declarar ante un increíble sumariante interpretado por Enrique Gallego. También, Junto a Arísitides Álvarez y Martín Lavella, hicimos "Búsquedas y Desencuentros": ellos eran dos poetas que se juntaban todas las semanas, el mismo día, en la misma mesa del mismo bar, a tratar de escribir el poema de amor perfecto. Yo era su voz interior que, en época de crisis, alcanzaba a parar la olla trabajando para los dos...
Mi primera Lectura
Cuando uno da los primeros pasos, siempre necesita esas personas que le den un empujoncito. Enrique Gallego fue una de ellas. Todavía no había publicado mi primer libro (de la cual Enrique escribiría el prólogo), sólo algunos poemas en la revista Ciudad Gótica pero se ve que Enrique vislumbró algo, cierta materia prima que si se trabajaba podía salir algo, y decidió invitarme a uno de los varios ciclos que coordinó en el Bar La Muestra. Y me tocó hacerlo con un gran amigo: el gran narrador rosarino Silvio Ballán
Interiores e Inés Manzano
Interiores era un hermoso ciclo donde, gracias al arduo trabajo de Inés Manzano, poetas del Interior del país, el primer sábado de cada mes, realizaba una lectura en CABA. Y todo lo sostenía con su modesto sueldo de maestra. Me tocó en diciembre del 2005, luego nos fuimos a una de las "Maldita Ginebra" y terminamos celebrando el cumple de Clara Vasco. Inés tenía eso, podía estar en muchos lados a la vez. Una de las más hermosas amistades que me regaló este oficio. La voy a extrañar mucho, aunque siempre esté conmigo.
Las Lunas y el Colectivo Editorial Último Recurso
Otro momento bisagra. Coincidí con Germán y José ejerciendo el oficio de librero bajo la misma patronal. Ahí conocí el trabajo todavía incipiente de estos pibas y pibes que intentaban que no sea sólo el mercado quien decida desde dónde nos reconocemos y nos rechazamos. Los libros publicados tenían la línea política social e histórica desde la mirada de los trabajadores. "A esto le falta la literatura que acompañó esos cambios", recuerdo haberles dicho. y así nacieron "luna con gatillo", a las que luego le seguiría la colección "lo más parecido al granito". La mirada colectiva empezaba a encontrar manos colectivas.
El taller de Susana y la poesía en el lugar donde no la buscamos
No recuerdo la fecha en que fuí invitado por primera vez a leer y conversar con los integrantes del taller de poesía "Historial de Soledades", que coordinaba Susana Valenti en la Unidad de Detención nº 3, de Rosario. Si recuerdo que uno de los reclusos, en una charla ya más informal, me contó que habían trabajado sobre varios poemas de Santoro, que en un encuentro posterior
con su padre le mostró el cuaderno donde los había anotado. El padre los miró, volvió sobre sus pasos y los volvió a leer. Le devolvió el cuaderno y no hizo ninguna acotación o gesto. Luego supo que al otro día, su padre, tomó la bicileta como todas las mañanas hasta la fábrica y en un momento en que nadie miraba escribió con tiza en una pared: sonríe, dios te ama. Disimula, el comisario te vigila. Ese mismo día otro de los reclusos le regaló el libro de Heidegger sobre la poesía al amigo poeta Eduardo Valverde, que también había sido invitado. Todavía recuerdo la emoción que le produjo. Volví varias veces. Sólo sabía dónde estaba cuando salía y las rejas me lo recordaban. En el 2008 pude acompañarlos en una lectura extramuros. Luego, cuando el Festival venía en picada, se empezaron a hacer lecturas con los poetas extranjeros dentro de los muros, toda una enriquecedora experiencia que pude presenciar. Con el correr de los años, dentro de la Unidad se formó un club de lectores y fuimos invitados con Último Recurso a presentar las antologías. La poesía suele estar donde no la buscamos.
Lectura en San Nicolás
En una de las ediciones de la "Semana de las letras y la Lectura" me tocó presentar a Piero de Vicari, de San Nicolás. Editor cooperativista y de palabra comprometida, rápidamente encontramos similitudes en la forma de encarar el oficio, y nuestros caminos empezaron a cruzarse más seguido. Esto es de la primera vez que leí en San Nicolás.
Rompiendo etiquetas
Gran idea de Marisa Martín: a la lectura de 4 poetas, 4 artistas plásticos tomaban uno de esos poemas y lo llevaban a lo visual, mientras los músicos iban intercalando las canciones que les parecían adecuadas para la ocasión. Tuve la suerte de que me tocara Pablo Pisacco, quien realizó una obra magnífica sobre el poema de kammammuri que tituló silencio y fue la tapa del libro "pájaros entrenados en el silencio".
Roque Dalton x tres
Tres veces hicimos este espectáculo casi radial con la poesía de Roque y la música de amigos.
Algo que espero volver a realizar, porque Roque se merece seguir siendo homenajeado
Cerveza, el troca y un laburo en conjunto
Gran lectura junto a Quispe en el Patio Cervecero del Trocadero. Pero es, además, el símbolo de un trabajo en conjunto, donde todo consumo es político y otro mercado es posible